Nicaragua: 46 años del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional frente a la dictadura imperial

Caracas, 19 de julio de 2025.- El 19 de julio de 1979, el sabio pueblo nicaragüense, con la organización del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) trazó la ruta hacia la libertad y le puso fin a más de 40 años del régimen dictatorial y traidor de la familia Somoza, apoyada por los Estados Unidos.

Han pasado 46 años desde que el Frente Sandinista de Liberación Nacional le dio voz al clamor de los hombres y mujeres de la patria nicaragüense, quienes decidieron romper las cadenas que tenían sumida a la nación en una serie de desigualdades y encauzó a este país de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América por el sendero de la lucha antiimperialista por la justicia social. 

Antecedentes

La Revolución Sandinista tiene sus raíces en la lucha contra la ocupación estadounidense de Nicaragua entre 1912 y 1933. Durante este período, el gobierno de Nicaragua estuvo bajo la influencia de los Estados Unidos, lo que generó resentimiento y descontento en la población.

Carlos Augusto Sandino, un líder político y militar nicaragüense, se convirtió en el símbolo de la resistencia contra la ocupación estadounidense. En 1927, Sandino comenzó una guerrilla contra las fuerzas estadounidenses y el gobierno nicaragüense. 

La Revolución Sandinista se inició oficialmente el 17 de julio de 1927, cuando Sandino emitió una declaración de guerra contra las fuerzas estadounidenses y el gobierno nicaragüense. La revolución tenía como objetivo principal liberar a Nicaragua de la ocupación extranjera e instaurar un gobierno más justo y equitativo para todos los nicaragüenses.

Durante siete años, las fuerzas de Sandino lucharon contra las tropas estadounidenses y el ejército nicaragüense. Aunque la lucha fue intensa y sangrienta, las fuerzas de Sandino lograron obtener algunas victorias importantes.

En 1934, el presidente Anastasio Somoza García, con apoyo estadounidense, logró engañar a Sandino y lo asesinó en un encuentro en Managua. La muerte de Sandino marcó el fin de la Revolución Sandinista original.

Aunque Sandino había fallecido, su legado continuó inspirando movimientos revolucionarios en Nicaragua. En 1960, un grupo de jóvenes liderados por Carlos Fonseca Amador y Tomás Borge formaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional, con el objetivo de continuar la lucha por la justicia social y la independencia nacional.

La segunda Revolución Sandinista (1960-1979)

La segunda Revolución Sandinista comenzó en 1960, cuando el FSLN inició una lucha armada contra el régimen autoritario de Anastasio Somoza. La lucha duró casi dos décadas, hasta que en 1979, las fuerzas del FSLN lograron derrocar al gobierno de Somoza.

Triunfo sandinista 

El gobierno sandinista implementó políticas sociales y económicas que buscaban reducir la pobreza y promover la justicia social.

La Revolución Sandinista es un ejemplo importante de lucha por la libertad y la justicia en América Latina.

Aunque tuvo sus desafíos y controversias, su legado continúa inspirando movimientos sociales y políticos en todo el mundo, con dos líderes ejemplares, el presidente Daniel Ortega y la copresidenta Rosario Murillo.

Nicaragua celebra 45 años de la Revolución Popular Sandinista

Caracas, 19 de julio de 202.- Nicaragua ha cambiado mucho desde hace más de cuatro décadas. En 1979, los estragos de la guerra de liberación contra la dictadura somocista eran enormes. Hoy aparece la nueva Nicaragua, alegre y viva como todo proceso revolucionario. Hoy cuenta con nuevos actores que ocupan los puestos de vanguardia de la transformación social.

Este país centroamericano con casi 7 millones de habitantes, posee gran número de jóvenes para los cuales la insurrección popular sandinista es parte de su memoria histórica. Ahora esta juventud por decreto unánime de la Asamblea Nacional aprobó la “Iniciativa de Ley para Declarar a la Valerosa y Valiosa Juventud de nuestra Patria Bendita” como: Patrimonio Nacional de Nicaragua. En ese sentido afirmó el diputado sandinista Carlos Emilio López, que: «esa misma juventud patriótica logró sostener la Revolución y sus grandes conquistas en la primera etapa, como la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, las transformaciones que se dieron en la salud y la reforma agraria”. Pero también en ese contexto apuntó que: «La juventud fue la que lideró la defensa de la Revolución frente a las agresiones del imperialismo norteamericano, esta ley le hace un reconocimiento a los Cachorros de Sandino que en los años ochenta defendieron nuestra Revolución y a la juventud que durante el neoliberalismo se mantuvo fiel a los principios revolucionarios». 

Al llegar a sus 45 años el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, como aconteció aquel 19 de julio de 1979, parecen pocos años, pero han pasado casi medio siglo. Sin embargo, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sigue siendo la vanguardia histórica del pueblo nicaragüense.  Sus principales dirigentes históricos representados por el Comandante Daniel Ortega, van orientando constructivamente el nuevo curso de la Nicaragua del siglo XXI.

El pueblo de Augusto César Sandino, ha madurado su proceso revolucionario. Nicaragua continua por el camino de la solidaridad internacional en momentos que el pueblo palestino requiere contar con el concurso de todos los pueblos del mundo para frenar el genocidio en la Franja de Gaza, perpetrado por el sionismo dirigido por  Benjamín Netanyahu. Recordemos que el FSLN recibió apoyo y entrenamiento  palestino en un momento  que se requería la acumulación de fuerzas internacionales para combatir a la sangrienta dictadura de Anastasio Somoza.

En ese contexto previo a la toma del poder popular en Nicaragua, gran parte de las fuerzas políticas de la izquierda latinoamericana concurrieron con su apoyo político, económico y logístico a la insurrección popular sandinista. Pero también gobiernos de la región en su momento aislaron  a la dictadura somocista y neutralizaron la intervención de la Casa Blanca en el país centroamericano. Hoy esa etapa es parte de la historia de Nicaragua, pero también de los pueblos de nuestra América.

En los momentos actuales, de nueva cuenta se requiere la solidaridad con la Revolución Popular Sandinista, el imperialismo estadounidense no ha descansado. Sigue empeñado en revertir los procesos emancipadores logrados en Cuba y Venezuela. Así, como los avances democráticos logrados con gobiernos populares en Brasil con Luiz Ignácio Lula da Silva, Xiomara Castro en Honduras, Andrés Manuel López Obrador en México, Luis Arce Catacora en Bolivia, Gustavo Petro de Colombia y recientemente con el Gobierno de Bernardo Arévalo en Guatemala, entre otros.

Sin duda la Revolución Popular Sandinista continúa siendo un bello faro de luz en el horizonte latinoamericano. Hoy en día el sandinismo ha modernizado a Nicaragua y la inserta en un contexto donde la educación en sus distintos niveles, sigue siendo una apuesta para enfrentar los lastres del subdesarrollo. El sistema de salud ha fortalecido la atención sanitaria de la población y la economía es mucho más estable y creativa dando un amplio margen de bienestar a los sectores populares y rurales. 

Nuevos tiempos se avecinan con los vaivenes de la política estadounidense. Las candidaturas presidenciales en el imperio de Joe Biden o Donald Trump, configuran el escenario internacional. Pero Nicaragua y el sandinismo, como en otros momentos lo hizo, seguramente sabrá librar positivamente los embates imperiales. La Revolución Popular Sandinista tiene todavía un largo camino que recorrer y los hijos de Sandino saben muy bien cual es la mejor ruta para salir de nueva cuenta victoriosos, tal como aconteció el 19 de julio de 1979 con la consigna: “Patria Libre o Morir”.

Telesur