Caracas, 14 de diciembre de 2024.- «En este aniversario (20 del ALBA-TCP) celebramos el pasado y miramos al porvenir. Frente a los desafíos de un mundo amenazado por el fascismo y el neofascismo, el ALBA no es una opción, el ALBA es una necesidad que debe continuar con paso firme, reafirmando los principios fundacionales de solidaridad, justicia y cooperación (…) El ALBA no es solo una alianza, es una promesa de futuro, una resistencia viva, un instrumento para los más desposeídos y un recordatorio de que juntos, como pueblos, somos invencibles».
Así lo expresó el presidente de Bolivia, Luis Arce, durante su derecho de palabra en la XXIV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que se llevó a cabo este sábado en Caracas, Venezuela.
Arce resaltó que el abrazo entre los comandantes Hugo Chávez, de Venezuela, y de Fidel Castro, de Cuba, no solo marcó la historia, sino que manifestaba la derrota del proyecto hegemonista del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).
«Nació el ALBA, el ALBA puso en el centro al ser humano, promoviendo que un mundo mejor es posible. Bolivia reafirma, una vez más, su compromiso con el ALBA-TCP, porque es una resistencia que alza su voz contra el bloqueo injusto y criminal contra Cuba (…) El ALBA es también una voz firme contra las medidas arbitrarias y unilaterales impuestas contra venezuela y Nicaragua, que afecta el bienestar de nuestros pueblos».