Caracas, 26 de agosto de 2024.- Durante la XI Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en nombre además de Antigua y Barbuda, Dominica, Grenada, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía, reiteró la satisfacción total con todos los procesos de la reelección de Nicolás Maduro como presidente constitucional de Venezuela.
A través de una conexión telemática con Caracas, el gobernante caribeño recordó que estos seis países insulares, dos días después de la reelección de Maduro el 28 de julio, emitieron un comunicado conjunto felicitando por su triunfo electoral y también apoyan la declaración de la Cumbre.
Señaló que, en Venezuela, las instituciones legales, como el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), determinaron la validez de la victoria del presidente Maduro, además de haber sido respaldada por los observadores internacionales, incluyendo a los del Caribe y de San Vicente y las Granadinas.
“Todo esto normalmente dejaría satisfecho a cualquier grupo objetivo y racional de personas o Estados, y el derecho internacional apoyaría lo que se ha hecho en Venezuela, a través de las autoridades legales y constitucionales, sin embargo, no todo el mundo es racional y desinteresado, y el hecho es que en la historia de este hemisferio se han comprobado que los Estados Unidos (EEUU) de América tienen una historia de comportarse de una manera inconsistente con sus principios declarados, los principios en los que su propia república se basa”, recalcó el Primer Ministro.
Gonsalves aseveró que en el caso de Venezuela hay una clase de los Estados Unidos que está interesada en apropiarse de sus recursos, como el petróleo, y “así ha sucedido no solo en Venezuela sino en toda Latinoamérica y el Caribe”.
Enfatizó que Estados Unidos “no tienen una base moral para enseñarnos nada sobre elecciones ni hablar de cómo los gobernantes deben ser determinados por el pueblo”.
“Estados Unidos han intervenido una y otra vez en los asuntos internos de Latinoamérica y el Caribe, pero no a favor del pueblo sino de los intereses de las clases dominantes en su territorio”, afirmó, mencionando ejemplos específicos de su injerencia en asuntos internos de Guatemala, Cuba, Chile, Nicaragua, Venezuela, Honduras y Bolivia.