Caracas, 24 de julio de 2024.- En el segundo día del II Encuentro para una Alternativa Social Mundial, que organizan la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y el Instituto Simón Bolívar (ISB) en el Teatro Bolívar de Caracas, reconocidos expertos participaron en el Panel V “Alternativa por la justicia económica”, realizando aportes para la reflexión y la construcción de consensos en esta materia para consolidar una postura unificada de los movimientos sociales y gobiernos progresistas de la región, que haga frente hasta vencer la hegemonía imperialista del norte global.
El grupo de ponentes estuvo conformado por Paula Giménez (Noticias de América Latina y el Caribe), Andreína Tarazón (Centro de Altos Estudios del Desarrollo y las Economías Emergentes), Yosmer Arellán (Equipo Asesor de la Secretaría de ALBA-TCP), Jorge Coronado Marroquín (Red Latinoamericana por la Justicia Económica y Social) y Carlos Vega (Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico), bajo la moderación de Guillermo Barreto, directivo del ISB.
En una breve intervención, Jorge Arreaza, secretario ejecutivo del ALBA-TCP, informó que fue el presidente Nicolás Maduro quien generó la idea de avanzar en la iniciativa de una Alternativa Social Mundial y compartió la salutación enviada al evento por el mandatario venezolano: “El triunfo de Venezuela será el triunfo del proyecto unionista, independentista, de futuro para nuestra Patria amada y para la Patria Grande, Nuestra América. Será el triunfo de un modelo alternativo al capitalismo salvaje, al neoliberalismo, a la dependencia, a la destrucción; el triunfo de un modelo alternativo hecho por la inteligencia y el poder de un pueblo, el de Venezuela”.

Paula Giménez, de Argentina, comentó su colaboración con un equipo en la publicación de un libro, en el que explican que la pandemia de la Covid-19 se manejó por el imperialismo como un hecho político para llevar a la humanidad sana a sus casas e imponer un tiempo nuevo, el de la digitalización, que plantean en la obra como una nueva fase en el sistema capitalista, caracterizada por el avance de la digitalización, lo que trae mayor voracidad, explotación y empeoramiento de las condiciones de vida, bajo una apariencia de libertad.
“Uno cree que va a las plataformas digitales, que puede disfrutar, entretenerse, que el consumo en las redes sociales trae mayor libertad, cuando en realidad trae mayor explotación, porque no es solamente la jornada laboral sino que el tiempo invertido en las plataformas digitales está produciendo riqueza para la nueva aristocracia financiera y tecnológica”, explicó, puntualizando que se trata de una “ampliación de los niveles de explotación”.
Aseguró que sí hay alternativas al capitalismo, sí hay posibilidades de contraponer otro modelo que ponga al ser humano en el centro y, en este sentido, la Revolución Bolivariana de Venezuela con el Socialismo del Siglo XXI constituye un ejemplo exitoso.

La desigual distribución de la riqueza en el mundo
Andreína Tarazón, de Venezuela, expuso cifras económicas que predicen se mantendrá la desigualdad en un contexto mundial, “no tenemos -por ejemplo- igualdad de condiciones en el acceso a la distribución de la riqueza global, que se evidencia en el acceso a la tecnología, que pueda aliviar condiciones de pobreza y de pobreza extrema”, lo que impone importantes retos para el progresismo.
Afirmó que el derecho al desarrollo es una bandera fundamental para Venezuela, que siendo una potencia energética tiene el reto de aumentar su producción de petróleo y gas, concebido desde la bandera de la sostenibilidad ambiental. Habló sobre el fortalecimiento de nuevos bloques de poder, como los BRICS, que plantea “una enorme posibilidad para incidir en la toma de decisiones y hacia dónde se dirige el mundo”, y la iniciativa de la Franja y de la Ruta impulsada por China para buscar brindar al mundo nuevas oportunidades de interconexión comercial.

Yosmer Arellán, también directivo del Banco Central de Venezuela, expuso dos propuestas: Crear el Centro del Pensamiento Económico de la Alternativa Social Mundial y la creación de un fondo económico para disponer de recursos.
Indicó que lo que hacen con las medidas coercitivas unilaterales, mal llamadas sanciones, es una forma de guerra mediante un mecanismo asfixiante, maquiavélico, despiadado, utilizando como armas la hegemonía de la moneda, del comercio, del sistema de pago, del financiamiento y la creación de dependencia, como del petróleo en el caso venezolano. Mostró mediante la presentación de láminas el impacto de las medidas, como la pérdida en 8,3 años de 228.773 millones de dólares, celebrando que con la aplicación de un modelo alternativo existe una recuperación real de la economía, reflejada en los índices de inflación más bajos de los últimos 20 años, hay abastecimiento con producción nacional.

Jorge Coronado, sociólogo de Costa Rica con especialidad en Economía Política, señaló que la justicia económica debe ser un tema central en el debate de la izquierda y el progresismo en la región. Explicó que el sistema neoliberal impuesto lo que hizo fue desmantelar las economías nacionales y “convertirnos en productores y exportadores de comodities agrícolas y materias primas para beneficiar a las grandes corporaciones multinacionales”. Habló además del fraude fiscal, causante de que “anualmente, dejan de percibir los países de América Latina 423 mil millones de dólares por evasión de los impuestos”, lo que deriva en que mantenga como el continente más desigual del planeta.
“Los movimientos sociales estamos asumiendo el reto en materia de justicia económica y justicia social y es importante vincular lo que hacemos desde los movimientos sociales, los centros de pensamiento alternativos con la acción de los gobiernos progresistas y la izquierda. Se hace imperativo que en América Latina desarrollemos un mayor nivel de interlocución política en materia de propuestas”. También planteó poner el tema del impuesto a la riqueza en la agenda de discusión de América Latina.

Finalmente, Carlos Vega afirmó que el fracaso del modelo económico capitalista en su país es el fracaso del modelo capitalista mundial: “Puerto Rico, en 2016, tuvo que declararse en quiebra, la deuda externa que tiene es insostenible, no se puede pagar”. Identificó que es el gobierno colonial el que ha incurrido en esas obligaciones y que en el citado año, el entonces presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, estableció una Junta de Control Fiscal para la isla, conformado por siete personas nombradas por él, que impuso medidas de austeridad de enfoque neoliberal de una forma brutal y grotesca para el pueblo, que padece por la salud privatizada, se busca eliminar la educación pública y ha provocado una migración masiva de cinco millones de compatriotas, “viviendo en las entrañas del monstruo, discriminados por la sociedad racista” de la nación norteamericana.
“No puede haber paz sin soberanía nacional y nuestro país carece de esa soberanía para tomar decisiones propias (…) La libertad de Puerto Rico debe ser una tarea para toda América Latina. EEUU saca inmensas riquezas de nuestro archipiélago que no retorna para mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas”, denunció el ponente.



